lunes, 3 de diciembre de 2018

IMPACTO HUMANO EN LOS MANGLARES Y SUS CAUSAS

IMPACTO HUMANO

El planeta perdió alrededor de 3,6 millones de hectáreas de manglares desde 1980, lo que equivale a "una pérdida alarmante" del 20% del área total, según un estudio de evaluación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El informe "Los manglares del mundo 1980-2005" indica que el área total de este tipo de bosque cayó de 18,8 millones de hectáreas en 1980 a 15,2 millones en 2005. 

Asia sufrió la mayor disminución desde 1980, con más de 1,9 millones de hectáreas destruidas, fundamentalmente debido a cambios en el uso de la tierra. América del Norte y Central y África también contribuyeron significativamente a la desaparición, con la eliminación de unas 690.000 y 510.000 hectáreas, respectivamente. 

A nivel nacional, Indonesia, México, Pakistán, Papua Nueva Guinea y Panamá registraron las mayores pérdidas de manglares durante los años ochenta. En total, un millón de hectáreas, extensión comparable a la de Jamaica. Desde 1990 hasta 2005, Vietnam, Malasia y Madagascar fueron los países que sufrieron una mayor deforestación, aunque otros, como Pakistán y Panamá consiguieron reducir su tasa de pérdida de manglares. 

Causas

El estudio de la FAO señala como causas principales de la deforestación la presión demográfica, la conversión de zonas a gran escala para la cría de peces y camarones, la agricultura, las infraestructuras y el turismo. La contaminación y los desastres naturales figuran también entre esas causas. 

"La tasa de pérdida de manglares es significativamente más alta que la pérdida de cualquier otro tipo de bosques", según Wulf Killmann, director de la División de los Productos y Economía Forestales de la FAO.
Killmann aseguró que la deforestación conlleva graves pérdidas en la biodiversidad y en los medios de subsistencia, además de la intrusión salina en las áreas costeras y la acumulación de sedimentos en los arrecifes de coral, puertos y rutas de navegación. 

Añadió que hasta "el turismo sufrirá las consecuencias", por lo que pidió que "los países se comprometan a una conservación más eficaz y a la gestión sostenible de los manglares y otros ecosistemas húmedos".
No obstante, la FAO destaca que ha habido una disminución en el ritmo de pérdida de manglares, ya que en los años ochenta desaparecían unas 187.000 hectáreas al año, cifra que se redujo a las 102.000 hectáreas entre 2000 y 2005. 

La FAO explica que ello "refleja una mayor concienciación del valor de estos ecosistemas" y destaca a Ecuador como país que al abandonar las estructuras dedicadas a cría de camarones y a la producción de sal, logró reconstruir varias áreas de manglares.

Bosques perennes

Los manglares son bosques perennes resistentes a la sal que se extienden a lo largo de los litorales, lagunas, ríos o deltas de 124 regiones y países tropicales y subtropicales, protegiendo el área costera de la erosión, los ciclones y el viento. Se trata de ecosistemas importantes que suministran agua, comida y forraje.

También son hábitats para muchos animales como cocodrilos y serpientes, tigres, ciervos, nutrias, delfines y pájaros y una amplia variedad de peces y mariscos dependen de estos bosques costeros. 

Los manglares ayudan, además, a proteger a los arrecifes de coral de los sedimentos de las tierras altas. Indonesia, Australia, Brasil, Nigeria y México representan conjuntamente el 50% del área total de manglar de todo el planeta.


En el Caribe

La cuenca del Mar Caribe cuenta con 4 tipos de mangle de los 54 que existen alrededor del mundo:



  •     Rhizophora mangle
  •     Avicennia germinans
  •     Laguncularia racemosa
  •     Conocarpus erectus



En todas partes del mundo, las comunidades de mangle son dominadas por una especie. La especie dominante en el Caribe es el mangle rojo (Rhizophora mangle). Cuando las raíces del mangle crecen sobre sedimento contaminado, las raíces absorben estos contaminantes y por ende, sus células están constantemente expuestas a sustancias con potencial mutagénico. Como resultado, el mangle rojo puede ceder fácilmente ante contaminantes u otros retos ambientales. Si el mangle rojo se extingue las demás especies de mangle sufrirán graves consecuencias.



CAUSAS DE LA PERDIDA DEL ECOSISTEMA MANGLAR

• Extracción de madera de construcción y leña : La madera del mangle es muy resistente a los insectos y es de uso muy popular en la construcción de viviendas rurales en los países americanos.

• Extracción tanino: Se desperdicia gran cantidad de mangle cuando los leñadores y los que extraen la corteza de los arboles no coordinan su actividad de explotación.

• Producción de sal: La construcción de estanques para la producción de sal ha contribuido a la alteración de áreas de manglar. Se utilizan grandes volúmenes de leña de mangle para la producción de sal en hornos de evaporación.

• La erosión y sedimentación asociada a las malas prácticas de conservación de suelos.

• Agricultura y ganadera: La conversión de áreas del manglar a cultivos pastizales es una práctica que ha destrozado grandes zonas de manglar autóctono.

• Contaminación con aguas servidas de origen domestico y afluentes industriales de zonas aledañas o directamente con basura, también debido a la paulatina obstrucción de los flujos de agua dulce, salada y salobre por la sedimentación u el taponamiento de caños o bocas naturales y cursos de aguas, creando condiciones de hipersalinidad.
• Construcción de carreteras, urbanizaciones e infraestructura para el desarrollo turístico: La construcción de carreteras, áreas urbanas, canales y represas ha alterado la hidrología del manglar en todos los países. La construcción de carreteras canales y represas han sido factores importantes en la degradación de los manglares. Por ejemplo en Colombia con la construcción de la carretera ciénaga-barranquilla se afecto gran parte del ecosistema del manglar ubicado en esta zona.

• Arreglos institucionales. La autoridad institucional sobre los recursos del manglar es dispersa en muchos países de la región. Instituciones sectoriales administran e impulsan las actividades sobre las cuales la legislación les otorga jurisdicción. Así, actúan muchas veces sin tener una visión global e integrada del ecosistema. Comisiones interinstitucionales o comisiones nacionales del manglar pueden mejorar la coordinación institucional pero raramente resuelve la diferenciación institucional relacionada con el manejo de un solo ecosistema.

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